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La cadena que la pandemia de la COVID-19 no podrá romper

Cómo el Programa Mundial de Alimentos de la ONU continuará trabajando para salvar y cambiar millones de vidas a pesar del virus
, WFP Español

Por Selina Chan

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República Dominicana: el representante de WFP en el país, Romain Sirois, ayuda a suministrar equipos de protección, como mascarillas y guantes, a los comedores que distribuyen alimentos a los más vulnerables. Foto: WFP/Marcelle Rodriguez

Aunque la cadena de suministros se interrumpa, las personas más vulnerables siguen necesitando alimentos para sobrevivir.

A medida que la pandemia de COVID-19 provoca el cierre de fronteras, restricciones de viajes y dificultades en la cadena de suministros como nunca se había visto, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés) debe buscar alternativas para continuar salvando y cambiando las vidas de las personas más vulnerables. Esto incluye a los más de 11,6 millones de niños y niñas que ya no reciben las comidas escolares de WFP debido al cierre de escuelas. Se prevé que este número aumente en los próximos días y semanas.

La logística más allá de la comida

Como parte de la Unidad de Coordinación Interagencias de la Cadena de Suministro liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), WFP desempeña un papel fundamental junto a otras agencias de la ONU, organizaciones internacionales y ONG para aumentar la eficiencia y la coordinación de la comunidad humanitaria en la respuesta a la COVID-19. Esto incluye poner en común recursos para tener información actualizada sobre restricciones logísticas, señalar las interrupciones en los programas de desarrollo en curso y tomar mejores decisiones colectivamente.

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El Depósito de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas de Panamá (UNHRD) envía equipo de protección a los países de América Latina. Foto: WFP/Francisco Garrido

Uno de los objetivos de dicha unidad de coordinación es dar visibilidad a la demanda de elementos fundamentales en la respuesta a la pandemia de COVID-19: equipos de protección personal, como guantes, mascarillas y batas, así como equipos clínicos y de diagnóstico para laboratorio.

Como respuesta a la creciente demanda de estos artículos, la red de Depósitos de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas (UNHRD, por sus siglas en inglés), gestionada por WFP, ha apoyado a los socios en el envío de más de 85 cargamentos a 74 países desde el 25 de enero. Con un valor de 1,4 millones de dólares, estos envíos incluyeron artículos de protección personal, equipos de emergencia sanitaria, equipos de anestesia, pulverizadores, camillas, termómetros, bolsas mortuorias y equipos de depuración de agua, así como equipos de apoyo logístico.

En función de la disponibilidad de fondos, WFP planifica establecer centros humanitarios adicionales en China, Europa, Oriente Medio, Asia, América Latina y África. El objetivo es movilizar rápidamente equipos de apoyo operativo, como instalaciones de almacenamiento temporales, generadores y ambulancias. Esto aumentará la capacidad e infraestructura de UNHRD, facilitando que los suministros humanitarios se entreguen rápidamente allí donde sean más necesarios.

La preparación llevada al siguiente nivel

Para prepararse ante emergencias como terremotos, ciclones o tsunamis, WFP adquiere de forma regular y anticipada productos alimenticios, que se almacenan en lugares estratégicos. Esto reduce el tiempo de entrega y facilita que los alimentos se compren en condiciones de mercado más favorables.

Durante esta emergencia global, WFP reforzará los inventarios en sus 14 bases logísticas estratégicamente ubicadas para estar listos para distribuir alimentos cuando y donde sea necesario.

En aquellos países considerados más vulnerables y con mayor riesgo de sufrir interrupciones en las cadenas de suministro, WFP comprará y almacenará alimentos para tres meses con el objetivo de garantizar que las personas más vulnerables sigan recibiendo asistencia vital.

Mantener los corredores de suministro abiertos a pesar del cierre de fronteras

Las restricciones de movimiento representan un gran desafío para operaciones fundamentales en algunos de los países más vulnerables del mundo.

"Para un país de interior como Sudán del Sur es absolutamente necesario que los corredores de suministro de asistencia humanitaria permanezcan abiertos el mayor tiempo posible", dice Matthew Hollingworth, Director de WFP en Sudán del Sur. "Estamos trabajando para preposicionar y entregar alimentos y otros suministros antes de las lluvias estacionales, que pueden llegar a principios de este año y que podrían comportar que gran parte del país quedase inaccesible a medida que las lluvias arrasan caminos y senderos. Si no podemos abastecer y transportar productos a través de países vecinos, este esfuerzo fracasará, lo que hará que la vida de más de cinco millones de personas sea aún más precaria ".

Para minimizar el impacto de las restricciones impuestas por cada vez más gobiernos, WFP trabaja en estrecha colaboración con las autoridades locales para garantizar que los cargamentos de alimentos y otros artículos esenciales puedan continuar su camino hacia sus destinos finales.

Algunos ejemplos de esto son: la priorización del cargamento y la celeridad en los controles de aduanas para agilizar la respuesta humanitaria y sanitaria, utilizar localizaciones de almacenamiento estratégicas para así reducir la congestión en los puntos de entrada y establecer procedimientos que permitan una manipulación segura en el contexto de COVID-19.

Y si todo esto falla, volaremos

La principal prioridad de WFP es facilitar que sus socios comerciales continúen sus operaciones. Sin embargo, a causa de las crecientes interrupciones en los desplazamientos aéreos, ferroviarios y terrestres, WFP está listo para llegar allí donde sea necesario.

En caso de necesidad, garantizaremos servicios de aviación estratégica especializados y fletaremos embarcaciones y flotas terrestres para asegurar el movimiento de mercancías allí donde el tráfico comercial regular no puede llegar. A través del Servicio Aéreo Humanitario de Naciones Unidas (UNHAS, por sus siglas en inglés), WFP gestiona los servicios aéreos permanentes, que cubren 19 países, y está preparado para activarlos y garantizar que los alimentos y otros suministros esenciales para salvar vidas lleguen a las personas que más lo necesitan.

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Pasajeros subiendo a un avión UNHAS ET410 en el Aeropuerto Internacional de Juba, en Sudán del Sur. Foto: WFP/Gabriela Vivacqua

WFP también proporcionará transporte para el personal humanitario y establecerá servicios de evacuación médica que permitirán a los trabajadores humanitarios enfermos trasladarse de manera segura a los centros de salud más cercanos.

La seguridad es lo primero

En todas sus operaciones, y a medida que los gobiernos adoptan medidas para proteger la salud de sus ciudadanos, WFP está intensificando las precauciones para reducir cualquier posible riesgo de infección para las personas beneficiarias, los socios o el personal.

Junto a las medidas adoptadas en los puntos de distribución, incluida la distancia física mínima y el lavado de manos, UNHAS está tomando medidas para proteger la salud del personal y los pasajeros y, a su vez, la de las personas para las que trabaja WFP. Estas medidas incluyen protocolos para la desinfección de las aeronaves, como la disponibilidad de los desinfectantes de manos para el personal y los pasajeros; el control de pasajeros basado en síntomas y temperatura, y la provisión de equipos de protección personal para los empleados.

Fracasar no es una opción

87 millones de personas dependen de la asistencia fundamental de WFP. A pesar de que los nuevos desafíos diarios afectan a las cadenas de suministro mundiales, WFP continuará haciendo lo que mejor sabe hacer: cumplir sus compromisos con las personas que más lo necesitan.

DONE para ayudar a WFP a afrontar la crisis de COVID-19 y continúe brindando asistencia fundamental a quienes más lo necesitan. Lea más aquí.