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5 maneras como WFP lucha contra la crisis climática

El cambio climático es responsable de inundaciones, sequías y tormentas más frecuentes e intensas, los cuales representan hasta 90% de todos los desastres cada año.
, Virginie Laplante
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Los patrones erráticos del clima han destruido de las cultivos de maíz de los agricultores de subsistencia en el Corredor Seco centroamericano. En la gráfica, una plantación de maíz destruida por la sequía en El Salvador. Foto: WFP/Javier Mejía

E n mayo pasado, The Guardian publicó un artículo en el que explicaba por qué era impreciso el término "cambio climático" y en su lugar utilizaría en adelante "emergencia climática" o "crisis climática" ya que estos últimos captan la importancia y la urgencia de la situación que afecta a la humanidad.

Este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, es la ocasión perfecta para reflexionar sobre nuestra responsabilidad en cuanto a la conservación y el bienestar del medio ambiente.

El Programa Mundial de Alimentos (WFP) reconoce la importancia de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (Acción por el clima) y consecuentemente el Hambre Cero. Además de ayudar a las víctimas después de un desastre, aquí presentamos cinco maneras como el WFP trabaja para reducir su huella ambiental y luchar contra la crisis climática.

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WFP apoya la lucha contra el cambio climático y el uso sostenible de la tierra. Foto: WFP/Sabrina Quezada

1. Agricultura sostenible y buena gestión de los recursos

Los pequeños agricultores a menudo tienen poco conocimiento sobre las prácticas agrícolas sostenibles, como la preservación del suelo o la conservación del agua. A través de varias iniciativas adaptadas a cada comunidad, WFP ayuda a aumentar el conocimiento de las comunidades sobre el uso sostenible de los recursos, por ejemplo, cómo cuidar un parcela de tierra y cultivar con menos químicos. Al final, los productores aprenden cómo cuidar la tierra y usar los recursos de manera sostenible, lo que puede incrementar la productividad agroecológica, reducir la pérdida de biodiversidad, aumentar el nivel de salud pública y ayudar a contrarrestar los efectos del cambio climático.

2. El empacado: reducir, reutilizar, reciclar

El empacado es inevitablemente parte del trabajo que realiza el WFP cuando lleva asistencia alimentaria a millones de personas. Con el objetivo de minimizar las pérdidas, optimizar los costos y reducir el impacto ambiental, WFP se centra en estas tres palabras: reducir, reutilizar y reciclar. Mientras responde a las necesidades de los beneficiarios, WFP ajusta los tamaños de los paquetes para así evitar pérdidas, disminuir el uso de colores para reducir la contaminación de la tinta y optimizar el volumen de las cajas. WFP también estudia cómo diseñar el empacado teniendo en cuenta su reutilización desde el principio, por ejemplo, imprimiendo sugerencias de reutilización o diseñando empacados seguros y eficientes para que las comunidades los reutilicen.

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WFP proporciona asistencia alimentaria a los desplazados y promueve la reutilización o el reciclaje de sus bolsas. Foto: WFP/Sabrina Quezada Ardila

3. Alimentos para impedir la degradación ambiental

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la degradación de los recursos naturales es una consecuencia inevitable de la afluencia de personas a un mismo lugar. Por lo general, los grupos de desplazados requieren sus necesidades alimentarias, pero poseen un conocimiento muy limitado de los recursos locales. Cuando se proporciona asistencia alimentaria a los migrantes y refugiados, se aumenta el consumo de calorías y alimentos nutritivos, evitando así el mal uso de los recursos locales y daños ambientales. De esa forma, la distribución de alimentos previene indirectamente la degradación medioambiental.

4. Promoviendo a los productores locales

Con su iniciativa Compras para el Progreso y la Alianza del Campo al Mercado, WFP utiliza su poder de compra para conectar a los pequeños productores con los mercados, lo que genera un sinnúmero de beneficios. Utilizar alimentos producidos localmente significa que menos provienen de los grandes productores, que generalmente tienen estándares ambientales muy bajos — o formas de evitarlos. En regla general, los productores comerciales utilizan más fertilizantes y emplean prácticas ambientales nocivas, en comparación con los pequeños productores. Comprar localmente también reduce la contaminación del transporte de larga distancia, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que es un beneficio enorme para el medio ambiente.

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WFP ayuda a los productores locales a fortalecer su resiliencia para adaptarse y mitigar el cambio climático. Foto: WFP/Sabrina Quezada

5. Crear resiliencia y mitigar los efectos del cambio climático

Erradicar todas las formas de malnutrición es mucho más que proporcionar alimentos a los que lo necesitan. También significa mejorar la capacidad de las personas de prepararse, responder y recuperarse antes y después de perturbaciones climáticas.

Por lo tanto, el WFP apoya a las actividades dirigidas a construir resiliencia y reducir el riesgo de posibles desastres. Con su iniciativa efectivo por activos, el WFP ofrece asistencia en efectivo por la participación en la rehabilitación o creación de activos comunitarios para mitigar los desastres. El resultado es una mejor mitigación y adaptación, además de generar muchos beneficios para las comunidades y el medio ambiente local, tales como una mejor calidad del suelo, de los cultivos y el uso sostenible de los recursos locales

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Para obtener más información sobre el trabajo del WFP sobre la acción climática (Objetivo de Desarrollo Sostenible 13), y acceder al mapa de Vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y el cambio climático, haga clic aquí.